Promesas de Una Madre Feminista a su Futura Hija
1. No criticaré el cuerpo de otras mujeres, ni su peso, ni su manera de vestir. Trabajaré para enseñarte a respetar y amar tu cuerpo, y el día en que la publicidad y los estándares de belleza imposibles amenacen tu seguridad, tú puedas reflexionar, cuestionar y tener claridad.
2.Tendrás tantas muñecas para jugar como carritos, bloques de construcción y juegos de química. Siempre podrás elegir entre azul, rosa, verde o amarillo y respetaré si un día decides vestirte de princesa o de astronauta.
3. Hablaré de sexo y sexualidad responsable contigo, cuando llegue el momento.
4. Te compartiré mi fé, lo que creo y lo que no creo; y te llevaré a conocer otros métodos y formas de espiritualidad con el objetivo de que formes un criterio rico, tolerante y propio.
5. No juzgaré las decisiones sexuales o reproductivas de otras mujeres. Porque no me corresponde, porque el mundo ya tiene suficientes prejuicios y quiero que, por lo menos desde mi ejemplo, sepas que a la hora del café con las amigas, hay temas de conversación mucho más interesantes que las decisiones de alcoba de otras personas.
6. Jamás escucharás en casa comentarios que discriminen o minimicen a alguien por su orientación sexual, religión, género, raza o posición social. Trabajaré para que aceptes y respetes a los demás por su condición de humanos, pues de ello dependerá tu propia aceptación.
7. Te trataré con total equidad con respecto a tu hermano, tus primos o amigos varones. Las reglas en casa serán las mismas para ambos, al igual que las consecuencias. Construiré día a día desde nuestro hogar, el mundo equitativo con el que sueño.
8. Haré todo lo que esté en mis manos para que seas una mujer preparada, independiente y capaz de valerse por sí misma. Y si un día decides formar una familia y dedicarte a ella, te apoyaré incondicionalmente.
9. Apoyaré y promoveré tus sueños vocacionales, por difíciles que parezcan, tanto como haré con los míos.
10. Trataré con respeto y amor a tu padre y te mantendré ajena a cualquier conflicto que se dé entre nosotros.
11. Respetaré tu cuerpo y nunca te obligaré a dar besos o abrazos si no quieres. Sí la tía o la abuela quieren muestras de cariño, que se ganen tu confianza primero. Tu cuerpo es tuyo.
12. Aunque para mí seas lo más bello del universo, no me limitaré a llamarte “bonita”, “preciosa” o adjetivos similares. Reforzaré tu confianza en ti, reconociendo tu inteligencia, tu audacia, tu valentía, tu generosidad y dedicación. Trabajaré para que aprendas a valorarte y valorar a los demás más allá de las apariencias.
13. En su momento, te hablaré de la menstruación con naturalidad y como algo positivo, para que aprendas a amar tu cuerpo, honrar sus ciclos y la magia que habita en él.
15. Trabajé para sanar mis heridas como mujer, por mí, por mí individualidad, porque sanarse a sí mismo es sanar a la humanidad, y entre más completa y plena me sienta, más podré ayudarte a construirte como ser humano.
16. Te aburriré con mis clases de historia y trabajaré para que conozcas los retos a los que nuestro género se ha enfrentado a lo largo de los años, para que reconozcas la lucha de tantas mujeres y hombres valientes que permitieron que tú nacieras en un entorno más igualitario y menos hostil.
17. Te motivaré para que te involucres en la causa social que tú decidas, porque la lucha por un mundo más justo no ha terminado; para que puedas experimentar la satisfacción de formar parte de algo más grande que tus propios intereses individuales, para que seas un ser humano empático y sensible al dolor ajeno.
18. Te prometo que cada vez que me equivoque sabré pedirte perdón. Porque aunque voy a dar lo mejor de mí y pondré todo mi empeño en ello, voy a cometer errores y no siempre sabré darte lo que necesites.
19. Te mostraré el mundo. Lo bello y lo no tanto. Porque aunque sigue siendo un lugar difícil y hostil para las mujeres, y es probable que en más de una ocasión vivas en carne propia la discriminación y la frustración, no estás sola; y este loco lugar lleno de maravillas merece ser recorrido.
No Comments
Carlos Angeles
Excelente! Gracias por tus palabras. Que muchas madres lean y se animen, sin duda uno de los pasos para hacer un mundo mejor pasa por aceptarnos todos como iguales.
Toño Villegas.
Muy cierto todo lo que comentas Prima, en lo que a mi concierne tengo Dos Hermosas Princesas y creeme que me va ayudar todo lo que has escrito, para entender y explicarles un poco, saludos y Bendiciones …. Y con ansias de tu próxima publicación. Besos!!
Pingback:
Atena09
Te felicito. Me gustó mucho. Yo también le agregaría que tanto a papá como a mí, nos verá hacer las tareas de la casa como algo natural, entre ambos, y todos como equipo, ya que lo del hogar no es cosa de mujeres sino de la familia por completo.
Alice
Hola, felicidades por exponer de una manera tan clara que se puede educar libre y sanamente en todos aspectos. Por supuesto aplica también al educar a hombres y para conciencia de todos. Saludos!