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Ansiedad: la que llega a la fiesta sin ser invitada
A la fiesta de mi vida, que en definitiva, como la vida de la mayoría de los seres humanos, la mayor parte del tiempo no es una fiesta. A veces parece más bien un paseo por un parque de diversiones en el que no te diviertes, un mal viaje en montaña rusa con náuseas a tope y ganas de bajarte sin saber cómo. A veces. Aunque el diagnóstico oficial de ansiedad lo tengo desde hace unos cinco años, (diagnostico emitido por mi psiquiatra), mi personalidad obsesiva, intensa y perfeccionista no ha sido nada nuevo. De niña me podrían haber catalogado de muchas maneras, pero pensar que la morrita que dirigía…
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Querido Millennial, no tienes que ser feliz todo el tiempo. Y está bien.
Si estás en tus veintitantos, cerca de los treinta y en contemplar las vidas perfectas de tus contactos de Instagram se te va la tuya, este post es para ti. Tienes una vida relativamente cómoda, estudiaste (o estás estudiando) una carrera, tienes un trabajo que a ratos te apasiona y a ratos odias pero que paga la renta y las excursiones de fin de semana al centro comercial de tu preferencia; con frecuencia pruebas nuevos platos de cocina fusión en los múltiples restaurantes hipsters que inundan tu colorido barrio gentrificado, vas al cine y de vez en cuando al teatro, no te puedes quejar… hasta que abres tu cuenta de Instagram…
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Cuando tienes ganas de llorar y no sabes por qué.
Hay días en los que no puedes explicar lo que te pasa. Días en los que falta algo, en los que te da por pensar con nostalgia en el pasado, en momentos en los que te sentías invencible. Quizás ni siquiera están pasando cosas difíciles en tu vida, simplemente te cuesta trabajo soportarte, porque no estás donde quisieras estar, porque sientes que ya no tienes 20, porque los planes que tenías para ti a esa edad no han salido como esperabas, porque ya no encuentras la determinación que antes te caracterizaba ni la inspiración que tenías de sobra. Porque las expectativas personales siempre fueron altísimas, porque te creíste los cuentos…