Las galletas Danesas por mucho han sido mi coco. Conforme el tiempo pasa, la masa se fue enfriando y me costó mucho trabajo sacar la masa por la duya. Literalmente apliqué toda la fuerza que tenía y mis brazos dolieron. Al final, me di cuenta que con el calor de las manos la masa suavizaba y pregunté a Dámaris si era normal. Y pues si, necesitamos poner poquita masa para que el calor nos ayude un poco. Amé estas galletas, saben delicioso y se ven divinas.